Llevar braquets no implica dejar de comer, pero sí es cierto que exige adaptar la alimentación al tratamiento. Este proceso se hace necesario para evitar que queden restos de comida entre los dientes o que los componentes de la ortodoncia se fracturen por masticar alimentos demasiado duros o hacerlo con excesiva fuerza.
Como regla general hay que evitar morder productos duros, fibrosos y pegajosos.
Entre los primeros se encuentran determinadas frutas o verduras como las zanahorias y las manzanas, que es mejor cocinar o trocear en pedazos pequeños si se quieren continuar tomando.
Habrá que tener especial cuidado con los alimentos fibrosos, como algunas carnes que pueden dejar una molesta estela en los espacios interdentales o enredarse en el aparato. Deshacerse de ello puede ser complicado.
En cuanto a los pegajosos hay que evitarlos absolutamente. En este apartado se encuentran las gominolas, que están totalmente desaconsejadas porque son difíciles de masticar y además contienen demasiada azúcar.
Alimentos fáciles de ingerir
Entre los alimentos fáciles de ingerir cuando se está sometido a un tratamiento de ortodoncia están los purés, las cremas y las sopas frías (gazpacho, vichissoyse, salmorejo, ajoblanco…) o las calientes, ya que no requieren esfuerzo ni al masticar ni al tragar.
Croquetas, empanadillas, salchichas, albóndigas, hamburguesas y otros preparados con carne picada, también son una buena opción.
Las carnes con menos fibra como el pollo o el conejo, presentan menos complicaciones para las bocas con ortodoncia. Si se opta por otras como la ternera, lo mejor es tomarla en pedazos pequeños o cocinarlas cociéndolas en salsa para que se reblandezcan.
Los pescados tienen una textura más fina que las carnes, de ahí que en general no presenten problema cuando se llevan braquets. Eso sí, ¡cuidado con las espinas!
La fruta se puede tomar asada, en compota o en batido y si prefieres masticar la pieza recuerda despedazarla todo lo que puedas.
Evita cítricos y picantes
La ortodoncia puede producir la aparición de llagas, sobre todo al principio del tratamiento. De ahí que los alimentos cítricos, picantes y rugosos como la corteza del pan, no sean apropiados porque pueden producir molestias sobre esas heridas.
Hay que evitarlos, igual que malos hábitos como morderse las uñas o masticar hielo, ya que pueden provocar desprendimientos en el sistema de ortodoncia.
Se coma lo que se coma, cuando se tienen braquets lo mejor es masticar con los dientes posteriores o los molares. Y hacerlo despacio, con mesura. Dos sencillas claves que ayudarán a acostumbrarse al tratamiento.